Exposición oral consiste en hablar en público sobre un
tema de terminado a la exposición oral también se le llama conferencia o
ponencia. Consiste en explicar un tema o una idea con la intención de informar.
Características.
La exposición se hará de forma clara, sencilla y ordenada
para que se entienda bien.
Técnica de la exposición oral.
Elección del tema.
Adaptaremos el tema a la edad e intereses de los oyentes.
El título será atractivo.
Documentación.
Debemos recoger información sobre el tema elegido. No se
puede explicar algo que se desconoce.
Organización de la información.
La información sin orden no sirve. Hay que ordenarla y
sacar lo importante.
Elaboración del guión.
Hay que seguir un orden lógico: de lo sencillo a lo
complicado, de lo menos interesante a lo más interesante. Las ideas deben estar
relacionadas unas con otras para que se puedan comprender.
Desarrollo.
Si es oral siguiendo las normas: entonación, gestos,
vocabulario, etc.
Partes de la exposición oral.
Introducción. Se presenta el tema. Se despierta el
interés y se explica de lo que trata y las partes.
Desarrollo. Se exponen todas las ideas despacio y con
claridad. Se pueden utilizar carteles, transparencias, etc.
Conclusión. Resumen de las ideas más importantes y
conclusión final.
Una exposición oral está compuesta por cuatro partes
importantes, que son: la introducción, el desarrollo, la finalización o
conclusión, y el plenario o también llamado coloquio.
La introducción: palabra clave brevedad
La introducción debe tener una estructura breve,
motivadora y precisa. Debemos comenzar con un saludo de bienvenida, para luego
seguir con un comienzo llamativo que capte la atención del público. Luego
seguiremos con una definición de mensaje, planteando objetivos y terminaremos
la introducción, con una motivación sobre el interés que tiene tema para el
auditorio.
Reglas de oro a considerar en esta parte: demostrar una
actitud de seguridad y confianza en uno mismo: con la forma de pararse
adelante, de mirar y de decir las primeras palabras. Tomar un poco de tiempo
antes de comenzar, todo debe estar en orden para que sólo haya que concentrarse
en el público y en lo que se desea exponer. No olvidemos usar expresiones tales
como: me propongo exponer, el objetivo de este, muchos piensan que, deseo
manifestar mi, nos dirigimos a ustedes para, acabó de presenciar un hecho que,
sobre el tema de, es un hecho que, quisiera comenzar mi exposición diciendo
que, en primer lugar, en primer término, para empezar.
El desarrollo: palabras clave, claridad y orden de la
exposición oral.
Es importante comenzar con una idea general de lo que se
va decir. Debemos comenzar con las ideas más generales para luego llegar a las
ideas más específicas. Nuestro tema debe desarrollarse argumentando cada una de
las ideas expuestas, utilizando variada documentación, tales como, citas,
ejemplos, anécdotas, soportes audiovisuales, etc. debemos desarrollar el tema
de una forma llamativa y nunca monótona. No olvidemos usar expresiones tales como:
a continuación, enseguida, en segundo lugar, además, también, hay que añadir
que, del mismo modo, igualmente, asimismo, en otras palabras, es decir.
La conclusión: palabras clave, brevedad y claridad
En esta parte debemos resumir las ideas principales sobre
las cuales se ha desarrollado nuestro tema. Aquí además se puede dar alguna
opinión personal que tiene querer con resultados o conclusiones nuestras.
Reglas de oro a considerar: se debe planificar bien la
conclusión, no improvisarla. Avisar cuando se va a llegar a la conclusión hacer
saber al publico que se acerca el final de la disertación por medio de
expresiones lingüísticas que expliciten que el discurso se va a terminar, tales
como, en resumen, resumiendo, en síntesis, en pocas palabras, en suma…
La novela es una obra literaria en la que se narra una
acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los
lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, así
como de personajes, pasiones y costumbres, que en muchos casos sirven de
insumos para la propia reflexión o introspección. La vigesimotercera edición
del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española la define de
manera más general como una «obra literaria narrativa de cierta extensión» y
como un «género literario narrativo que, con precedente en la Antigüedad
grecolatina, se desarrolla a partir de la Edad Moderna. La novela se distingue
por su carácter abierto y su capacidad para contener elementos diversos en un
relato complejo. Este carácter abierto ofrece al autor una gran libertad para
integrar personajes, introducir historias cruzadas o subordinadas unas a otras,
presentar hechos en un orden distinto a aquel en el que se produjeron o incluir
en el relato textos de distinta naturaleza: cartas, documentos administrativos,
leyendas, poemas, etc. Todo ello da a la novela mayor complejidad que la que
presentan los demás subgéneros narrativos.
CARACTERISTICAS
Las bases de una novela son las siguientes:
Una narrativa extensa: las novelas tienen, generalmente,
entre 60 000 y 200 000 palabras, o de 300 a 1200 páginas o más.
Aquí radica la diferencia con el cuento y el relato. Existe
una zona difusa entre cuento y novela que no es posible separar en forma
tajante. A veces se utiliza el término nouvelle o novela corta para designar
los textos que parecen demasiado cortos para ser novela y demasiado largos para
ser cuento; pero esto no significa que haya un tercer género (por el contrario,
duplicaría el problema porque entonces habría dos límites para definir en lugar
de uno).
Los medios de comunicación son instrumentos utilizados en la
sociedad contemporánea para informar y comunicar mensajes en versión textual,
sonora, visual o audiovisual. Algunas veces son utilizados para comunicar de
forma masiva, para muchos millones de personas, como es el caso de la
televisión o los diarios impresos o digitales, y otras, para transmitir
información a pequeños grupos sociales, como es el caso de los periódicos
locales o institucionales.
Todos los días, los individuos y las comunidades acceden a
material informativo que describe, explica y analiza datos y acontecimientos
políticos, sociales, económicos y culturales, tanto a nivel local como en el
contexto global. Para comienzos del siglo XXI, y en casi todas sociedades que
habitan el mundo, los periódicos, estaciones radiales y páginas web son
ejemplos de la compleja naturaleza de los medios de comunicación.
En nuestras sociedades, estos canales son esenciales para el
establecimiento y desarrollo de todo proceso de interacción humana. Los medios
de comunicación son la materialización física de la necesidad de relacionarse
entre sí que tienen todos los humanos. Mediante ellos se describen situaciones
y problemas propios de nuestra realidad y, en la mayor parte de las
oportunidades, se plantean análisis que contribuyen a su discusión. Los medios
de comunicación permiten establecer procesos de intercambio de conocimientos y
debates de carácter social.
CLASES DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Por su estructura física:
Medios audiovisuales: a rasgos generales, los medios
audiovisuales son los que pueden ser escuchados y vistos. Es decir, los
dispositivos que se basan en imágenes y sonidos para transmitir la información,
como es el caso de la televisión y el cine.
Televisión: es una herramienta informativa: su inmediatez en
el cubrimiento de acontecimientos, los recursos que utiliza (imágenes, sonido,
presentadores, set’s de grabación) y, sobre todo, la posibilidad que ofrece de
ver los hechos-y a sus protagonistas-en tiempo real y a kilómetros de
distancia. A nivel formal, la televisión
plantea el uso de una gran variedad de formatos a la hora de transmitir la
información. Entre ellos sobresalen noticieros, telenovelas, documentales,
reportajes, entrevistas, programas culturales, pedagógicos y científicos, entre
otros. Gracias al acelerado desarrollo tecnológico de las últimas décadas del
siglo XX y las primeras del siglo XXI, cada formato conjuga imágenes, textos y
sonidos, y, además, plantea un constante contacto e interacción con la
teleaudiencia. Por todas estas razones, actualmente la televisión es un medio
de comunicación que, se considera, plantea una reflexión sobre el carácter
democrático de nuestras sociedades.
El cine: El cine no ha sido considerado como un medio de
comunicación informativo, a pesar de haber sido utilizado de esta manera en
varias oportunidades. Es cierto que sus características audiovisuales le
permiten funcionar como una poderosa plataforma de transmisión de mensajes,
pero las dimensiones de su producción y los intereses de sus productores han
hecho que, hasta el día de hoy, se lo considere como una entretención cultural,
dedicada a la creación de historias, ficcionales y documentales, de alto
impacto y con trascendencia emocional o histórica.
Medios radiofónicos: La radio es el único medio que hace
parte de los medios que transmiten información por medio de formatos sonoros.
Su importancia radica en que es el medio que consigue la información con más
facilidad, además de tener un proceso de producción mucho más sencillo que el
de la televisión. Además de los pocos requerimientos que implica su producción,
la radio no necesita de imágenes para comunicar, ni de un gran equipo de
trabajadores; los periodistas radiales sólo necesitan estar en el lugar de los
hechos, además de tener un micrófono y una cabina de sonido con la cual se
logre hacer la emisión de la información al aire.
Medios impresos: Las revistas, los periódicos, los
magazines, los folletos y, en general, todas las publicaciones impresas en
papel que tengan como objetivo informar, hacen parte del grupo de los medios
impresos. En la actualidad, el público consumidor ha relegado el papel de los
medios impresos debido a varios factores: aparte de que para acceder a ellos se
necesita de una cantidad de dinero considerable, con la aparición de los medios
de comunicación audiovisuales, el interés por la lectura y por la información
presentada de manera escrita pasó a un segundo plano. Los consumidores de
medios de comunicación han comenzado a acceder a varios de los contenidos
publicados en medios impresos a través de internet, lo que ha generado cambios
fundamentales en el acceso a la información. Los complejos sistemas de
distribución de los medios impresos, además, no han podido cubrir en su
totalidad al público lector en todas las regiones.
Medios Digitales: Entre los medios digitales sobresalen los
blogs, las revistas virtuales, las versiones digitales y audiovisuales de los
medios impresos, páginas web de divulgación y difusión artística, emisoras de
radio virtuales, entre otros. La rapidez, la creatividad y la variedad de
recursos que utilizan los medios digitales para comunicar hacen de ellos una
herramienta muy atractiva. Su variedad es casi infinita, casi ilimitada, lo que
hace que, día a día, un gran número de personas se inclinen por ellos para
crear, expresar, diseñar, informar y comunicar.
Por su carácter
Informativos: Su objetivo es, como su nombre lo indica,
informar sobre cualquier acontecimiento que esté sucediendo y que sea de
interés general. Los medios informativos más sobresalientes son los noticieros,
las emisoras que emiten noticias durante casi todo el día, las revistas de
análisis e información y, por supuesto, los periódicos o diarios informativos.
Todos estos medios, en su gran mayoría, son diarios o semanales.
De entretenimiento: Hacen parte de este grupo los medios de
comunicación que buscan divertir o recrear a las personas valiéndose de
recursos como el humor, la información sobre farándula, cine o televisión, los
concursos, la emisión de música, los dibujos, los deportes, entre otros. Son,
actualmente, una de las formas más utilizadas y de mayor éxito en la
comunicación, pues incluso en los medios informativos se le ha dado un espacio
especial e importante al entretenimiento, cosa que, aunque en muchas ocasiones
es muy criticada por desvirtuar la naturaleza esencialmente informativa de
estos medios, lo cierto es que, si está bien manejada, puede lograr fines
específicos e importantes.
De análisis: Son medios que fundamentan su acción en los
acontecimientos y las noticias del momento, sin por ello dejar de lado los
hechos históricos. Su finalidad esencial es examinar, investigar, explicar y
entender lo que está pasando para darle mayor dimensión a una noticia, pero,
sobre todo, para que el público entienda las causas y consecuencias de dicha
noticia. El medio que más utiliza el análisis es, sin lugar a dudas, el
impreso, ya que cuenta con el tiempo y el espacio para ello; sin embargo, esto
no quiere decir que otros no lo hagan, pues los medios audiovisuales, a través
de documentales y crónicas, buscan internarse en el análisis serio de lo que
acontece. Generalmente los temas que más se analizan son los políticos, los
económicos y los sociales, para lo que se recurre a expertos en estas materias
que permitan que el análisis que se haga sea cuidadoso y logre dimensionar en
sus justas proporciones los hechos que se pretenden comunicar.
Especializados: Dentro de este tipo de medios entran los
culturales, los científicos y, en general, todos los temas que le interesan a
un sector determinado del público. No son temas comunes ni muy conocidos en
muchos casos, pero su trascendencia reside en que son ampliamente investigados
y rigurosamente tratados. Un ejemplo de ellos pueden ser los documentales
audiovisuales y las revistas científicas, literarias, deportivas o musicales.
Para comienzos del siglo XXI, este tipo de medios de comunicación ha comenzado
a tener una mayor recepción del público, cada vez más interesado en tener
herramientas para filtrar la cantidad de información que se transmite día a
día.
El mito y la leyenda son relatos que se divulgan en forma
oral, de una generación a otra. Son narraciones que nacen espontáneamente como
una expresión colectiva de una raza o pueblo, debido a una necesidad de crear
una imagen del mundo y una necesidad de manifestar una fe. En ellos participan
seres y hechos sobrenaturales.
Su origen no puede establecerse con precisión y a pesar
de que ambos son historias orales que se trasmiten de padres a hijos no son lo
mismo.
Mito
Definir qué es un mito (del griego, muthos ) no es, desde
luego, tarea fácil. Una definición entregada por la Real Academia de la Lengua,
señala que el mito es una “narración maravillosa situada fuera del tiempo
histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con
frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la
humanidad.” Y agrega que es una “Historia ficticia o personaje literario o
artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal”.
A partir de esta definición, podemos agregar que los
mitos son relatos que cuentan cómo se crearon los cielos, de dónde provienen
los vientos o cómo nacen los propios dioses; los mitos nos transportan a un
tiempo sagrado distinto al nuestro, más abierto a los hombres como su propio
horizonte.
Para el estructuralista Claude Lévi-Strauss , "un
mito es percibido como tal por cualquier lector en todo el mundo", lo que
nos proporciona una primera aproximación: el mito es una clase de relato,
caracterizada normalmente por tratar temas fabulosos o ficticios sobre dioses y
héroes de un pasado remoto, cuya temporalidad es radicalmente distinta a la de
la historia.
Estructura del
mito
La estructura del mito —que intenta significar (no
explicar) su medio de supervivencia: el mundo natural, el espíritu y la
sociedad en que pervive y muta— no es obra de hombre, pueblo, tribu o cultura
alguna, ni está al alcance de su comprensión racional —a tal punto que
cualquier interpretación dada por el pueblo mismo del que surgió, o en el que
subsiste, debe ser considerada como la más alejada de la verdad—; surge de ,
apela y conmueve a los entramados inconscientes que diseñan la personalidad, la
cultura y el ser mismo del hombre en cuanto tal.
Un mito es, simplemente, un espejo de aumento en donde el
espíritu humano, como tal, se observa con una mirada que cala hasta los huesos
de su propia estructura; es el desvelador, el presentador, el mediador del
espíritu ante sí mismo, aquello que le permite advertir que su estructura
interna coincide con la externa y no es más que una con ella.
Leyenda
En definición de la Real Academia de la Lengua, leyenda
es una “relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que
de históricos o verdaderos”.
La leyenda es un relato hablado que se conserva en la
tradición oral de un pueblo. Indica lugares con precisión y en su origen tiene
antecedentes históricos. Por lo mismo, sus personajes son identificables,
aunque nunca iguales al personaje o hecho en el cual se basan. Posteriormente, la
leyenda pasa a la escritura, con lo cual se fija, perdiendo una de sus
características: la capacidad de transformarse.
La leyenda es una narración ficticia, pero basada en la
realidad, ligada a temas de héroes, de la historia patria, de seres mitológicos,
de almas, de santos o sobre los orígenes de hechos varios.
La leyenda pertenece al folclore y por ello corresponde a
la más arraigada sabiduría de un pueblo.
Expresa los deseos, los anhelos, los temores, los ideales
y sueños que son parte de la visión global que tiene ese pueblo de su propia
historia y de sus relaciones con la naturaleza.
Cuando se hacen estudios históricos, etnográficos,
sicológicos, sociológicos y geográficos es necesario recurrir también a la
leyenda para ver cómo la colectividad percibe su forma de ser y su medio.
La leyenda no pretende explicar lo sobrenatural; es un
relato que, a partir de hechos y
personajes reales, hace resaltar algún atributo o característica de un pueblo,
región o ciudad .
La leyenda no pretende explicar nada, sino relatar un
suceso . Tiene un fin moralizante y es didáctica
Diferencias entre
mito y leyenda
1. El mito es un relato que intenta explicar un misterio
de la realidad y que está asociado generalmente a las creencias y ritos de un
pueblo. La leyenda no pretende explicar lo sobrenatural pues es un relato que
resalta alguna característica o atributo de un pueblo, ciudad o región a partir
de personajes y hechos reales.
2. Mito y leyenda se diferencian en cuanto a los
personajes y al escenario donde se desarrollan los acontecimientos. El ámbito
donde se desarrollan los mitos es en un tiempo en el que el mundo no tenía su
forma actual, en cambio las leyendas se ubican en tiempos más modernos o
posteriores a la creación del mundo. Los personajes del mito son, por lo
general, dioses o seres sobrenaturales mientras que en la leyenda son casi
siempre seres humanos o animales antropomórficos.
3. El mito y la leyenda cumplen funciones diferentes.
Para las diferentes culturas el mito narraba sucesos reales y verdaderos, los
cuales eran modelos sagrados para los hombres; la leyenda en cambio, no pretende narrar hechos
verdaderos sino instruir o entretener, por lo tanto, su función es didáctica.
4. En el mito lo extraordinario o sobrenatural es
imprescindible, en la leyenda es un accesorio.